Aste lunes 14 de noviembre una anciana que tenía la luz cortada murió en un incendio causado por una vela en la localidad catalana de Reus. Este terrible suceso ha vuelto a abrir el debate sobre la pobreza energética en nuestro país a causa, entre otras cosas, del altísimo precio de la factura de la luz que tenemos que pagar los españoles. Ahora bien, se plantean diversas cuestiones sobre las causas que pueden estar detrás de que un español no pueda encender la luz de su casa: ¿Por qué pagamos tanto los españoles en nuestra factura? ¿El Estado no da las ayudas suficientes? ¿Existe monopolio de eléctricas en nuestro país?. He aquí el debate.
España es el cuarto país con la factura de la luz más alta de Europa (Eurostat). En nuestro país, según el estudio “Pobreza Energética en España. Análisis de Tendencias” realizado en 2014 por la Asociación de Ciencias Ambientales se estimaba que en 2012 (el último año con datos disponibles) un 17% de los hogares residentes en España, con una población estimada de 7 millones de personas, estaban destinando más del 10% (el doble de la media) de sus ingresos anuales al pago de la factura energética del hogar. También para 2012, se estimaba que el 9% de los hogares, equivalente a 4 millones de personas, se declaraban incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante el invierno.
¿Por qué dedicamos tanto del total de nuestras rentas a pagar la factura energética? ¿De dónde vienen la mayor parte de los costes? Aquí os adjunto el desglose del precio de la energía eléctrica con datos de 2012 (el último año con datos disponibles) cortesía de @Absolutexe.
Como podemos observar, casi el 60% del precio de la electricidad pertenece a impuestos y menos de la mitad (un 43,19%) a los costes reales de la misma. El desglose es cuanto menos ilustrativo del gran robo al que nos somete el Estado, empobreciéndonos más y más sin descanso, introduciendo altos impuestos y tasas en lo más básico de nuestras vidas, como es, por ejemplo, encender la luz y poder calentarnos.
El marco competitivo en el mercado mayorista (la parte de generación) supone tan solo un 25%. Todo lo demás son las redes de distribución, subvenciones (las primas) e impuestos. Estas dos últimas, por supuesto, están fuera del marco competitivo, impuestas por el Estado. La gran cantidad de costes fijos habidos en la factura causan que cuando baja el precio de las materias primas no sólo no nos beneficiamos de la bajada, sino que cuando suben, los impuestos tienden a aumentar. Todo muy justo y solidario, sí.
Pero esto no cesa aquí, no se vayan porque hay más. No sólo tenemos que preocuparnos de los impuestos, sino también de las subvenciones a las energías renovables, que son culpables en gran medida del alto costo que pagamos, ya que suponen 22,80 € de cada 100 € pagados en la factura de la luz. Un dato muy a tener en cuenta, desde luego. Estas subvenciones son las primas, que no se las lleva directamente el Estado sino que las cobran las compañías que producen energías renovables o del régimen especial.
Otro aspecto a tener en cuenta es el famoso déficit tarifario, que se explica aquí de maravilla (Fuente: http://ift.tt/1PM0iXD):
De nuevo, los consumidores pagamos los errores de planificación de nuestros políticos.
En cuanto a la “concentración oligopolística” de las eléctricas en España, os adjunto el siguiente vídeo en el que Daniel Lacalle explica como, pese a todos los mitos, tenemos una de las concentraciones más bajas del mercado eléctrico (a partir del minuto 6:25).
Más, más, más y más. El robo del Estado no deja de crecer. Sin el mínimo corte, podemos afirmar con gran rotundidad que el causante de la pobreza energética es del Estado. Y esta gran bola no para de crecer. ¿Hasta cuándo?
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