jueves, 24 de noviembre de 2016

El libertarismo necesita nacionalismo: Por qué da resultados tener una identidad nacional, por Mises Hispano.

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mc-natEn el aniversario del 9/11, el presidente Obama llamó a los EU a abrazar la diversidad.

La razón por la que el multiculturalismo me hace hervir la sangre, al tiempo que soy un libertario, es que también soy fuertemente nacionalista. Muchos libertarios confunden nacionalismo con colectivismo, estatismo y racismo; se asume que si eres un derechista alternativo y compartes sentimientos nacionalistas, no eres libertario. Asumen que estamos delirantemente sintiendo orgullo personal por los logros históricos de pueblos europeos exitosos ya muertos. Es decir, olvidamos nuestro ser individualista e imaginamos un colectivo racial que puede llevarse el crédito por los logros de otros que comparten ciertos genes. Sin embargo, ésta no es la razón por la que soy nacionalista en lo absoluto.

Por supuesto, me siento orgulloso de la civilización occidental por desarrollar el capitalismo moderno y un gran número de otras grandes innovaciones, tal como me siento orgulloso de la asociación que tengo con mi hermosa y brillante hija o los éxitos de un amigo cercano. Estas cosas son un beneficio social, sin embargo remoto, para mí y por tanto siento un deseo natural de celebrarlos. Sin embargo, mi nacionalismo está basado puramente en mis valores subjetivos, derivados de hechos socio-biológicos simples; no a partir de una noción superficial de ‘orgullo blanco’ – ustedes saben, Aristóteles y John Locke eran blancos, etc.

En primer lugar, la nacionalidad no necesariamente se refiere a la ciudadanía legal de un estado-nación.

El eminente erudito libertario, Murray Rothbard, señaló que ‘los libertarios contemporáneos a menudo asumen, erróneamente, que los individuos están enlazados entre sí solamente por el nexo de intercambio en el mercado’. Por lo tanto, hablar de grupos humanos, como las naciones, se considera tanto colectivista como estatista. ‘Olvidan que necesariamente todo el mundo nace en una familia, una lengua y una cultura. Cada persona nace en una o varias comunidades superpuestas, que generalmente incluyen un grupo étnico, con valores, culturas, creencias religiosas y tradiciones específicos’. Este es el significado original de nación – efectivamente, la tribu extendida.

Así que, ¿por qué favorezco la homogeneidad entre grupos de origen europeo? Simplemente, porque probablemente no habría libertarismo sin ella. En un artículo anterior, identifiqué cuatro características socio-biológicas que dieron origen al libertarismo en Occidente; uno de los cuales es la sinceridad, es decir, una sociedad de alta confianza. Los estudios demuestran que las sociedades con los más altos niveles de confianza se caracterizan sobre todo por la homogeneidad étnica, tales como Japón, pero especialmente en países nórdicos. Imperios completos han caído a causa del deseo tribalista de cuidar lo propio. Los otomanos robaron millones de niños europeos de nuestras costas durante siglos con el fin de adoctrinarlos y crear Jenízaros – una clase administrativa sin lazos biológicos con ningún grupo, sólo con el estado. Por la misma razón, los romanos enviaron a su infantería a las partes más remotas del Imperio, removiendo todos los vínculos regionales.

Como Nima Sanandaji explica en su libro, Scandinavian Unexceptionalism, normas culturales pre-existentes son las responsables de los bajos niveles de pobreza entre los escandinavos, tanto dentro como fuera de los países nórdicos, antes y durante las perjudiciales políticas socialistas desde los años 60 y 70. Por supuesto, un mayor promedio de coeficiente intelectual, una propensión al trabajo duro y un respeto cultural por los derechos de propiedad privada son importantes, pero necesitas confianza sana para el intercambio regular y sano. Sin una sociedad de alta confianza, no tendrás desarrollo de una clase capitalista significativa y, sin eso, puedes decir adiós a manifestación de instituciones libertarias. En resumen, si amas la libertad, tienes que amar la homogeneidad.

¿Qué hace individualista a esta conversación sobre grupos nacionales?

Sólo porque los occidentales se organicen en sociedades con culturas distintas, no significa que esas culturas sean colectivistas, como la china y la japonesa. Valoro subjetivamente la sociedad libertaria, para mí y para mis seres queridos. Más libertario – el pueblo más libre – es mejor. Por lo tanto, valoro a aquellos grupos que más manifiestan culturas y principios libertarios, y sólo la Civilización Occidental lo ha hecho. El incentivo, entonces, para mi veta nacionalista blanca es el libertarismo de las mayoritariamente homogéneas sociedades europeas, en particular, aquéllas de la Anglosfera. En palabras sencillas, si el libertarismo ha de volverse más que una teoría intelectual de la ley, si ha de manifestarse y crecer en el futuro, debe volverse nacionalista.


El original se encuentra aquí. Traducido por Francisco Albanese.

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