lunes, 21 de noviembre de 2016

Por qué el presidente Trump fumigará la Fed, por Mises Hispano.

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A partir de enero, el Presidente electo Donald Trump tendrá una oportunidad única para llenar la Reserva Federal de cargos partidarios de una moneda fuerte.

Actualmente hay dos puestos vacantes en el Consejo de Gobernadores, que probablemente no se ocupen hasta el final del mandato del presidente Obama. Adicionalmente, los mandatos tanto de la presidenta Janet Yellen como del vicepresidente Stanley Fischer durarán hasta 2018. Echad números y veréis que Trump tiene la oportunidad de remplazar a la mayoría del Consejo de Gobernadores y un tercio del FOMC por halcones en política monetaria durante su presidencia.

Llamadme loco, pero suponiendo que la Cámara y el Senado dominados por los republicanos se pongan de su parte, creo que Trump podría simplemente sacudir al mundo nacieron cambiando la política monetaria de este país en una dirección más dura.

Sí, es un tipo que alababa las políticas de dinero barato de la Fed en los años anteriores a la Gran Recesión. Y sí, Trump sí dijo en mayo que seguía siendo una “persona de tipos bajos de interés” que nombraría a otra paloma para encabezar la Reserva Federal. ¿Entonces por qué demonios estoy argumentando que es posible que la administración Trump nombre a más halcones como miembros del banco central?

Una repetida retórica de campaña contra la Fed

Para empezar, los comentarios ocasionalmente palomeros de Trump no se ajustan a la pasión y entusiasmo de su repetida halconera a lo largo de la campaña. Desde el año pasado, el Presidente electo ha estado atacando la “falsa economía” que ha creado la Fed, así como la influencia política desatada a través del banco central.

Tal vez el ataque más feroz de Trump a la institución se produjo el pasado octubre, cuando insinuó que las acciones de la Fed fed estaban perjudicando a la clase media sin crear ningún tipo de beneficio para la economía su conjunto.

La presidenta Yellen “apenas mantiene la economía marcha”, dijo. “¿Sabes quién se ve más dañado [por sus políticas de dinero barato]? La gente que está cumpliendo xl años y ha ahorrado un centenar de dólares cada semana [en el banco]”. Luego hizo una pausa y sacudió su cabeza para reforzar el efecto antes de añadir: “Trabajaron toda su vida para ahorrar y lo que ocurre ahora es que se ven obligados a entrar en un mercado bursátil inflado y en algún momento se verán aniquilados”.

Estos puntos en contra de la Fed fueron reciclados a menudo durante la campaña. En septiembre, Trump atacó a la Fed por llevarnos a una “burbuja grande, gorda y fea” y por mantener los tipos artificialmente bajos para fines políticos, puntos que repitió de nuevo en el primer debate presidencial. El magnate empresarial también prometió auditar a la Fed dentro de los 100 primeros días de su administración e incluso incluyó una crítica al banco central en un reciente anuncio en línea.

Asesores económicos partidarios de una moneda fuerte

Los asesores económicos del equipo de Trump componen un paisaje aún más optimista para su política monetaria futura. Algunas de las voces económicas de la corriente principal más razonables de la actualidad están incluidas en su círculo íntimo. Estos nombres incluyen a David Malpass, de Encima Global, que firmó una carta junto a Jim Grant oponiéndose al programa “inflacionista” y “distorsionador” de flexibilización cuantitativa; John Paulson, de Paulson & Co., que ganó miles de millones posicionándose a corto en el mercado inmobiliario antes de la Gran Recesión; Andy Beal, que se autodescribe como “una especie de tipo libertario” y que culpa a la Fed de la crisis crediticia, y Stephen Moore, de la Heritage Foundation, que dijo a CSIN en 2012 que es un “ crítico muy duro” de las “políticas de dinero increíblemente barato de la década pasada” de la Fed.

Aunque ninguno de los asesores económicos de Trump sea en modo alguno austriaco, son mucho más halcones que la mayoría de los asesores económicos pasados de los presidentes  Bush y Obama. Ian Shepherdson, economista jefe en Pantheon Macroeconomics, incluso ha dicho que estos asesores están presionando a Trump para que nombre dos candidatos de “moneda fuerte” para cubrir las actuales vacantes de la Fed.

“Un punto de vista esencial de muchos asesores de Trump es que el período extendido de políticas de emergencia ha promovido una burbuja del mercado bursátil, deprimiendo las rentas de los ahorradores, atemorizado a la gente y ha estimulado la mala asignación de capitales”, dijo Shepherdson a Market Watch. “Ahora mismo, estas son opiniones minoritarias en el comité de políticas de la Fed, pero probablemente los nombrados por Trump cambien el rumbo”.

El factor Mike Pence

Tal vez la mejor noticia para los austriacos es que algunos artículos han indicado que Trump puede hacer a su compañero de candidatura el “vicepresidente más poderoso de la historia”. Es una buena noticia, porque Mike Pence es una de las voces más duras en el Partido Republicano moderno.

Y en el congreso, Pence expresó habitualmente preocupación por que la Fed estuviera deteriorando el valor del dólar. Presentó legislación para acabar con el mandato dual e incluso habló de una vuelta al patrón oro.

En un notable discurso de 2010 en el Detroit Economic Club, Pence señalaba que “aunque no hay ninguna garantía de que [la compra de bonos de la Fed] tenga éxito en reducir el desempleo, es casi seguro que el valor del dólar se diluirá”. Continuaba luego diciendo que “ha llegado el momento de tener un debate sobre el oro y el papel apropiado que debería desempeñar en los asuntos monetarios de nuestra nación”, porque, “un programa a favor del crecimiento empieza con una política monetaria sólida”.

Conclusión

La elección de Trump ha dado a los defensores de una moneda fuerte la mayor esperanza en más de 30 años de que se reforme la política monetaria fracasada de nuestra nación. Unida a la oleada actual de halcones que ya está activándose en las venas de algunos miembros del FOMC, los futuros nombramientos de Trump pueden tener un enorme impacto sobre la toma inmediata de decisiones del banco central. Solo cabe esperar que el presidente electo se mantenga sus trece y haga lo correcto. Sin embargo, independientemente de lo que haga, indudablemente estará un paso por delante de lo que hubiera traído a las mesas de tesorería el sello Palomero de Hillary Clinton.


El artículo original se encuentra aquí.

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