Cuando se propone la vuelta al Patrón Oro, es muy usual que los detractores digan, entre otras cosas, que su funcionamiento es inviable hoy en día. No nos vamos a referir a las críticas sobre los planes de implementación del Patrón Oro en la actualidad, sino a las objeciones sobre su mecanismo de funcionamiento una vez ya implementado. ¿Quién controlaría la oferta monetaria? ¿Cómo harían los países para tener “suficiente” dinero si no pueden controlar su cantidad? ¿Seríamos esclavos de las naciones que tienen minas? ¿Los países que no las tienen pueden quedarse sin dinero para sus transacciones? Siguiendo una de las mejores exposiciones sobre el Patrón Oro que se pueden ver en YouTube que es la de Joseph Salerno del año 2005, así como también Salerno (2010: 409-13; 1985: 92-93) y Hayek (2008: 357), vamos a explicar como funciona.
Tomemos, por ejemplo, un país cualquiera como Argentina y dos de sus provincias: San Juan y Mendoza. Argentina es un área monetaria única usando el peso. Es decir, el área monetaria es todo el territorio nacional y es donde impera el uso del peso. Por simplicidad, la podemos llamar “área peso”. Tanto San Juan como Mendoza tienen permanentemente movimientos de entrada (superávit de balanza de pagos) y salida (déficits de balanza de pagos) de la “moneda común” que comparten (el peso). Nadie sabe cuánto es, ni nadie se preocupa ni a nadie le importa porque, afortunadamente, ni las provincias ni el gobierno llevan esa estadística de balanza de pagos interprovincial. Veamos ahora cómo se mueve el dinero.
Supongamos que hay un incremento de la producción en San Juan debido a, digamos, un aumento de la productividad en alguna rama de tecnología o por el descubrimiento de nuevos yacimientos de mineral valioso o porque sale beneficiada de un cambio en los gustos nacionales de turismo. Por otro lado, ocurre una caída de la producción en Mendoza por alguna contracción de la demanda de una mercancía importante que procesan. En esa situación, las exportaciones de Mendoza al resto del país tenderán a caer mientras las de San Juan aumentarán. Los habitantes de Mendoza estarán en la situación en que sienten que tienen menos pesos a medida que sus ingresos bajan. La demanda por producción mendocina ha caído, por lo tanto los ingresos allí se desploman y, consecuentemente, la gente demanda menos dinero para retener. Recuerden que cuando el ingreso de alguien cae, la persona tiende a demandar menos dinero. Es así como en el área de Mendoza cae la oferta monetaria. Mientras tanto, los agentes de San Juan ven como sus ingresos suben y tienen más dinero.
El dinero es redistribuido desde Mendoza hacia San Juan, desde la zona donde la demanda por sus productos cae hacia el área cuya mercancía experimenta un incremento de demanda. La salida de dinero desde Mendoza es nada más que el acto voluntario de sus habitantes que demandan menos dinero al haberse reducido sus ingresos. Dentro del área peso, el mercado mantiene el balance dinerario entre las provincias a medida que crecen o decrecen.
Ahora bien, ¿Cuál es el “área oro” bajo Patrón Oro internacional? Simple, todo el mundo. Cada una de las naciones no es un área monetaria independiente, sino que constituyen un área monetaria mundial que emplea el oro como medio general de intercambio. De igual modo que las provincias argentinas no son un área monetaria independiente, sino parte de un área monetaria nacional que emplea el peso. En otras palabras, lo que funciona hoy y siempre ha funcionado entre provincias, estados y regiones bajo una misma moneda fiat dentro de cada país, también funciona entre países bajo una misma moneda mercancía homogénea internacional como el oro.
Si, por ejemplo, cae la demanda internacional de manufacturas textiles mientras aumenta la de trigo, entonces los ingresos en Gran Bretaña caen mientras dentro de Estados Unidos crecen. Al disminuir precios e ingresos manufactureros en el país europeo, su demanda de dinero también lo hace provocando un déficit de balanza de pagos y su correspondiente salida de oro. Lo contrario ocurre en USA donde el precio del trigo e ingresos de granjeros suben y, por ende, sus saldos de tesorería. El superávit externo y la entrada de oro hacen aumentar el stock de dinero norteamericano. Como podemos comprobar, el proceso es exactamente el mismo que el antes visto con provincias operando en la misma área monetaria fiat: una redistribución de dinero dentro de un sistema cerrado. Cualquier país bajo Patrón Oro (sin importar que tenga minas o no) puede asegurarse, vía la balanza de pagos temporalmente aumentando sus exportaciones y disminuyendo sus importaciones, la cantidad de oro que sus residentes necesiten por la razón que sea. Las transferencias netas de dinero de un país a otro, a largo plazo, solo ocurren como respuesta a cambios relativos en la demanda de dinero entre las dos naciones.
Así como son irrelevantes (no hay estadísticas, a nadie le importa ni preocupa) los resultados de la balanza de pagos interprovincial dentro del área peso en Argentina, también son irrelevantes los resultados de la balanza de pagos de cada país en el área oro. Tal y como lo leen: en un sistema de Patrón Oro internacional, en los países que operen con ese dinero mercancía los déficits y superávits de balanza de pagos son irrelevantes. De exactamente la misma manera en que son irrelevantes los déficits y superávits entre, digamos, New York y New Jersey en el área dólar (Estados Unidos) o entre Tokio y Saitama en el área yen (Japón), etc.
Además, esa redistribución de un determinado stock de dinero en un área monetaria no implica inflación o deflación en ciertas zonas. Cierto es que luego del proceso hay más dinero fiat y precios e ingresos más elevados en San Juan mientras existe menos circulante y precios más bajos en Mendoza. Por ejemplo, en el inicio hay $100 de oferta monetaria fiat en Argentina, San Juan tiene $30 y Mendoza $70. Luego del cambio productivo, San Juan tiene $40 y Mendoza $60. ¿Ha habido inflación en San Juan y deflación en Mendoza? No. El dinero se ha redistribuido desde Mendoza hacia San Juan. Ese cambio relativo es simplemente el resultado del hecho de que la demanda de cierto producto ha caído en una determinada área (Mendoza) y, por tanto, los ingresos allí han bajado. Lo que trae como consecuencia que, como los ingresos son menores, la gente demande menos dinero. Concomitantemente la oferta monetaria en la zona mendocina cae. La salida de dinero de Mendoza es un acto voluntario de la población que cuenta con menor ingreso. Si en un hogar el ingreso con el que vive la familia es reducido a la mitad, ceteris paribus, ya no se guardará tanta tenencia de efectivo como antes del recorte. El dinero fluirá fuera de la casa (tendrá un déficit de balanza de pagos) por un tiempo hasta lograr tener las nuevas y menores tenencias de efectivo que sean subjetivamente óptimas en la actual situación de menor ingreso. Así ocurrirá con muchos hogares mendocinos.
Por otro lado, la mayor riqueza e ingresos de San Juan causan una mayor entrada de dinero (demandan más para sus aumentadas transacciones y dado sus ingresos más elevados). Solo habría inflación si la cantidad de pesos en toda el área peso subiera a más de $100 y deflación cuando baje a menos de $100. Inflación (o deflación) significa un incremento (o disminución) de la cantidad de dinero* en un sistema cerrado. El área cerrada bajo Patrón Oro puro es todo el mundo. La redistribución de dinero dentro de esa área no es inflación ni deflación. A medida que ciertas zonas del mundo se hacen ricas más rápido que otras partes, el dinero (oro) sale de las regiones con rezago hacia donde los ingresos están subiendo.
Otra conclusión importante y que refuta una concepción muy popular es que la entrada de dinero en sí misma no hace rico a un área o a una nación, sino que es al revés. La entrada de dinero es el resultado de que la nación o el área es más rica, produce más. Dado que lo que produce San Juan se volvió más valioso, la consecuencia es que experimenta un aumento de ingresos monetarios, demanda más circulante y por ello ingresa más.
En resumen, el mecanismo fundamental del Patrón Oro actúa incluso hoy en día en cada área monetaria del mundo. Prácticamente en todos los lugares del planeta, actualmente y a cada minuto opera el principio básico que operaría internacionalmente con Patrón mercancía. No existe, bajo Patrón Oro, ningún peligro de que una nación no disponga de dinero suficiente ni que esté condenada a ello por no tener minas. Decir que el funcionamiento de los flujos internacionales de dinero del Patrón Oro sería inviable en la actualidad es tan absurdo como negar la viabilidad de lo que funciona hoy cada minuto, cada hora, cada día, dentro de todos los países del mundo con moneda fiat propia y que no causa ningún problema.
*Estrictamente, es un incremento o disminución de sustitutos monetarios o medio de intercambio respecto al incremento o disminución neta de especie (metales preciosos, dinero mercancía) producida por el mercado. Cuando el sistema bancario de reserva fraccionaria expande y piramida una cantidad mayor de depósitos o notas de banco sobre el oro, eso sí es inflación. Y cuando la salida de oro del país o región contrae esos adicionales sustitutos monetarios sin respaldo (medios fiduciarios), eso sí es deflación. Con la intervención de la reserva fraccionaria el país no solo pierde, digamos, 1.000 onzas de oro, sino que además los bancos que son despojados del metal deben contraer los préstamos y dinero papel exacerbando la salida de oro. En síntesis, la entrada (salida) neta de oro a un país o región en sí misma no es inflación (deflación). Pero aumentar la cantidad de sustitutos monetarios por encima de la cantidad de metal que entró sí lo es. Es la reserva fraccionaria lo que causa la contracción adicional cuando el oro sale o la expansión extra cuando el metal entra. Esa inflación y deflación añadida no es culpa del Patrón Oro en sí, sino de la reserva fraccionaria.
Hayek, Friedrich von [Salerno, Joseph T. Ed.] (2008) Prices and production and other works. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute.
Salerno, Joseph T. (2010) Money, Sound and Unsound. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute.
Salerno, Joseph T. (1985), “Gold and the international monetary system: The contribution of Michel A. Heilperin”. En Rockwell, Llewellyn H. Ed. (1992) The Gold Standard: Perspectives in the Austrian School. Auburn, Alabama: Ludwig von Mises Institute.
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