miércoles, 26 de octubre de 2016

Los enemigos del colectivo LGTB, por Libertario.es

Owen Jones, es a UK lo que Iñigo Errejón a España. Escritor británico de 32 años de izquierda radical que, entre otras cosas participó en una escuela de verano del Sinn Féin en 2015 y ha hecho campaña recientemente por Corbyn. Vamos…una joya .

Bien pues a Owen Jones no se le ha ocurrido otra mejor idea que banalizar y utilizar al colectivo LGTB (en concreto el gay) para acabar pidiendo el cese de los recortes con la sentencia de que “los recortes ponen el peligro vidas LGTBs”.

El artículo en concreto de Owen (http://ift.tt/2f6Ccvi) es una joya de la manipulación mediática.

Primero empieza contando la historia de un chaval gay que tuvo problemas al salir del armario y por tanto cayó en el consumo de estupefacientes, desgraciadamente nada raro hasta el momento, de hecho tal y como indica él mismo artículo la población LGTB consume hasta 7 veces más estupefacientes que el resto de británicos. Lo malo, es que inmediatamente después utiliza ese ejemplo para pasar a una generalización apresurada brutal según la cual la mayoría de los gays tienen problemas de salud serios, con frases tan científicas cómo:

It’s an issue covered by the former Attitude editor Matthew Todd in his utterly brilliant – and disturbing – recent book Straight Jacket. He identifies a number of problems that most gay men, if they were honest, would at least recognise: “Disproportionately high levels of depression, self-harm and suicide; not uncommon problems with emotional intimacy … and now a small but significant subculture of men who are using, some injecting, seriously dangerous drugs, which despite accusations of hysteria from the gatekeepers of the gay PR machine, are killing too many people.”

O sea, que un autor dice que la mayoría de los gays…si fuesen honestos (ojo cuidado) admitirían POR LO MENOS (nótese el grado de seguridad y profesionalidad científica aquí) un montón de problemas serios de salud entre los cuales se encuentran depresiones, auto lesiones, intentos de suicidio etc.

Como le debió dar cosa aportar tan irrefutables pruebas, Jones posteriormente aporta ciertos datos estadísticos tales como que el 52% de la gente LGTB ha admitido auto-lesionarse, que el 44% ha pensado en suicidarse o que el 42% ha necesitado ayuda médica por estrés. Esto por último lo refuerza con un estudio que indica que el abuso de drogas y alcohol es 7 veces más alto entre la gente LGTB que el resto de la población. Es decir, que lo que era una actitud en apariencia mayoritaria se reduce en el caso de las autolesiones a la mitad, y en el caso del estrés y las tentativas suicidas a menos de la mitad, si bien estos números no dejan de ser trágicos.

Estas estadísticas no serían problema si por ejemplo fuesen comparadas por Jones con el resto de la población británica, porque resulta que, entre otras cosas, el suicidio es la mayor causa de muertes en hombres menores de 45 años en el Reino Unido (http://ift.tt/2e9NF8d) cosa que, OH SORPRESA, Jones omite.

Una vez mostrados estos datos, Jones se pone a criticar cómo los recortes sanitarios en UK desamparan a los gays porque éstos (al total de los cuales presupone como suicidas en potencia) ya no pueden encontrar servicios públicos de ayuda a los que acudir, terminando con una frase como:

If Theresa May’s government really does want to prove it isn’t just a pound-shop Ukip tribute band, perhaps it should take this issue seriously and review David Cameron’s cuts. The lives of LGBT people depend on it.”

Vamos, que los recortes matan gays, y se queda tan pancho.

De no ser Owen Jones homosexual, creo que la generalización tan burda que hace en este artículo para criticar los recortes con fines políticos debería considerarse homofobia.

Porque está asumiendo y dando por válido sin comprobarlo con datos fiables que la inmensa mayoría de la población gay tiene problemas de estrés, se autolesiona y tiene tendencias suicidas (cuando estadísticamente es menos de la mitad) y omitiendo además que la principal causa de muerte en UK en varones menores de 45 es el suicidio.

Es decir, pretende que la gente caiga en la trampa de pensar que el problema del suicidio sólo afecta a la población LGTB siendo mayoritario en ésta, estando el resto de población a salvo de dichos problemas.

Eso a mí juicio, es crear una connotación negativa en el lector sobre dicha población. Connotación que como digo, de no ser Jones homosexual se habría considerado como homofóbica casi sin lugar a dudas. Lo cual por cierto, es bastante manipulador, pues Jones siendo gay, y sabiendo que no le van a decir nada por ello, se aprovecha para difamar a dicha población LGTB ante los lectores y así utilizarla como medio para sus fines políticos.

Porque al final de eso trata el artículo, de tender la trampa que haga pensar al lector que con recortes los gays no van a poder tener asistencia, cosa totalmente falsa dado que existen en Reino Unido múltiples instituciones privadas sin ánimo de lucro que ayudan a la población LGTB.

Instituciones que Owen Jones ignora deliberadamente entre las que se encuentra por ejemplo NAZ, la cual da ayuda gratis a gente LGTB (entre otros) con grupos de apoyo destinados a prevenir casos de suicidio, rechazo etc entre otros (http://ift.tt/2f6BKwX) y (https://twitter.com/NazProjectLdn) De hecho, NAZ es la institución privada de caridad más grande y que más tiempo lleva en Londres ayudando a minorías (BAME: Black, Asian, and minority ethnic) y a gente LGTB, casi nada.

Personalmente coincido con Jones en que evidentemente los problemas de homofobia son una lacra grave que de darse debe combatirse (y a ese respecto es preocupante el aumento en un 147 de los delitos de odio a gente LGTB en UK desde el Brexist, así como el aumento de los delitos de odio relacionados con racismo), si bien, por supuesto, yo rechazo la discriminación positiva, la cual, está demostrado que daña profundamente a las minorías que pretende proteger.

Pero la diferencia principal que tengo con él es que en primer lugar, no defiendo omitir datos para hacer parecer que la inmensa mayoría de personas LGTB tienen problemas de salud (cuando además es falso porque en las propias estadísticas de Jones indica que es menos de la mitad, si bien evidentemente esto es mucho) y que el resto de la población no tiene esos mismos problemas, cuando no es así. Y en segundo lugar, no considero que deba menospreciarse la labor de caridad privada de instituciones como NAZ y otras omitiendo la existencia de estas organizaciones sin ánimo de lucro para reclamar una agenda política anti recortes.

En definitiva me parece mezquino el uso que hace Owen Jones de la población LGTB, población a la que trata como un medio para lograr un fin político.

Y ésta, es una de las principales diferencias morales entre el socialismo y el liberalismo. Pues, mientras que el socialismo trata a la gente como un medio para su fin de dominar a la población y controlar la vida de los demás por la fuerza, el liberalismo trata a las personas como un fin en sí mismo.

El liberalismo considera que el fin nunca justifica los medios, mientras que el socialismo entiende que los medios están de sobra justificados para conseguir su fin de controlar a los demás. Es por ello que el socialismo manipula y engaña omitiendo datos tal y como ha hecho Owen Jones en este artículo.

En cambio, el liberalismo considera al individuo como un fin en sí mismo, considera que cada individuo es único e irrepetible, con valoraciones subjetivas propias y una innata capacidad creativa y que, por tanto, debe ser cada individuo quien decida cómo vivir su vida, siendo además todos los individuos iguales ante la ley sin importar su género, étnia o raza, condición sexual, religión etc. Y, defendiendo dicha ley natural su derecho a la vida, propiedad, libertad (incluida la sexual) y cumplimiento de los contratos voluntarios (incluido aquel por el que dos personas del mismo sexo deciden pasar el resto de su vida juntas).

En definitiva, es el liberalismo con su filosofía de defender la libertad, lo que realmente puede defender a las minorías de ataques, siendo el individuo la menor minoría de todas.

El socialismo creo que se ha demostrado una y otra vez como una ideología perversa que utiliza a la gente para lograr sus fines, lo cual además en el caso LGTB es bastante notable, dado que, el creador de la corriente marxista, (siendo esta quizás la rama más importante del árbol genealógico socialista) Karl Marx, afirmaba que la homosexualidad era un vicio burgués que debía ser erradicado, cosa que hizo Ernesto Guevara en Cuba al crear campos de concentración para homosexuales (en cuya entrada ponía “el trabajo os hará hombres” para mayor humillación”) A éste respecto, es notable por ejemplo la historia del escritor y poeta cubano Reinaldo Arenas (1943-1990), el cual vivió en persona el horror de dichos campos de concentración.

Y aún a día de hoy, el partido comunista de la Federación Rusa, defiende políticas homófobas.

Luego, ¿por qué en los países occidentales podemos observar insólitas incoherencias como ver a Alberto Garzón en una manifestación pro LGTB cuando felicita el cumpleaños a Fidel Castro o recuerda la muerte de un carnicero homófobo como el Che al cual considera un héroe?, ¿Por qué podemos ver a Pablo Iglesias en manifestaciones LGTBs cuando a su vez recibe dinero de un país como Irán que se dedica a ahorcar a los LGTBs de grúas? O qué decir de Hillary Clinton, la cual habla en favor de los LGTBs cuando su fundación ha recibido fondos de países como Arabia Saudí, lugar en donde condenan la homosexualidad con pena de muerte y financian a aquellos que tiran a los homosexuales desde azoteas.

Esto tiene una explicación muy sencilla, a los socialistas los derechos de la gente LGTB no les interesan realmente, porque no respetan los derechos individuales como la libertad. Simplemente quieren llegar al poder y se han encontrado con qué, en occidente atacar a los gays como hizo el Che en Cuba o defienden los comunistas rusos sería rechazado por la sociedad.

Por ello, muy en su línea, deciden utilizarles como medio para llegar al poder haciéndose pasar por sus aliados y tratando de evitar las incoherencias que van dejando detrás.

Y la cuestión que considero los lectores deben preguntarse es, ¿por qué en occidente hay un rechazo generalizado a estas actitudes homófobas que el socialismo ha practicado en otros países?

Muy sencillo, por la tradición liberal que existe culturalmente en occidente, tradición que fundamenta sus raíces en la cultura greco-romana y que se fortaleció en la Ilustración.

Desgraciadamente, esta tradición occidental de respeto a las libertades, de respeto a la diversidad y al comercio, se ha visto gravísimamente socavada por el socialismo, ideología que ha promulgado el odio al comercio, el odio al individuo y que, en los casos en los que no le ha sido posible acabar con la tradición liberal (como es el respeto a la libertad sexual) se ha aprovechado de estos colectivos para llegar al poder manipulándolos y radicalizándolos (al ofrecerles la posibilidad de realizar discriminación positiva en algunos casos para garantizar su fidelidad), al mismo tiempo que le da una innovadora vuelta de tuerca a su ideología de odio a la libertad al usar esos temas sociales sensibles (que en otros países como Rusia o Cuba ataca) para imponer la nueva dictadura que nos oprime nuestras libertades, la dictadura de lo políticamente correcto, precisamente con el fin de fidelizar a aquellas personas de estos colectivos a las que consiguen radicalizar mediante el engaño, y consiguiendo que no se hable de esos temas para que así no surjan dudas sobre la agenda socialista en estos casos.

Es por ello, por lo que creo que el socialismo es el peor enemigo de aquellos que defiendan las libertades, incluida la libertad sexual, y sin duda el peor enemigo de aquellos colectivos que reclaman justamente dichas libertades, como el LGTB. Puesto que lo que hace el socialismo es utilizarlos como mero medio, y no dudaría en atacarles si con ello lograse sus objetivos de forma más óptima (cosa que si hace en países con cultura homófoba como Rusia o en Cuba).

Es decir, para que nos entendamos, en aquellos países donde la cultura es homófoba, proponen medidas homófobas (tal y como querría Marx) para llegar al poder. Mientras que en los países occidentales donde por suerte por lo general está mal vista la homofobia se alían falsamente con los colectivos LGTB llegando en algunos casos incluso a proponer discriminación positiva.

O sea, que realmente, los derechos que reclaman estos colectivos (como el derecho a la libertad sexual) no les importan lo más mínimo.

Y, si en occidente la táctica socialista ha consistido en defender a estos colectivos (como digo, no como un fin en sí mismo sino como un mero medio) ha sido porque no han podido con la tradición liberal de respeto al individuo y a sus libertades (incluida la sexual)

En base a todo esto, creo que puede decirse claramente que el socialismo es un falso aliado y un enemigo de estos colectivos, pues realmente no le importan lo más mínimo. Y que es el liberalismo el movimiento político filosófico que de verdad respeta el derecho a la libertad sexual, aliándose por tanto con la defensa de la misma que hacen los colectivos LGTB. Puesto que defiende la libertad del individuo sin importar su condición sexual, raza, etnia, religión o procedencia.

Como dice la frase libertaria: “quiero a una pareja gay cuidando sus plantas de marihuana con un arma”

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