lunes, 1 de agosto de 2016

¿Hace falta un Populismo Libertario?, por Libertario.es

Que el movimiento libertario está subiendo como la espuma es un hecho. En EEUU el Libertarian Party está a dos puntos porcentuales de poder participar en el debate presidencial como alternativa. En España también estamos viviendo un momento dulce aunque no se aprecie a primera vista y no tengamos presencia en las instituciones. No sé si será cosa mía, pero percibo cómo las ideas de la libertad están cada vez en boca de más y más gente. Se está creando un caldo de cultivo tanto en iniciativasempresariales, véase el medio desde el que escribo (Libertario.es)  o think tanks como el Instituto Juan de Mariana o Civismo, como en iniciativas académicas y estudiantiles (Club de los Viernes o Students for Liberty). Siendo esto verdad, y con la ilusión que nos invita a sentir, debemos prepararnos para los retos que nos depara el futuro más inmediato: ¿Cómo difundir las ideas de la libertad a gran escala?

Los más puristas puede que entren en pánico con la pregunta que he planteado. Como ya he dicho, el caldo de cultivo está ahí, pero hace falta llevarlo a un estadio superior y para ello necesitamos una estrategia. No podemos ir predicando casa por casa vendiendo el sagrado mensaje del líder  Ludwig von Mises e invitando a cada familia a leer La Acción Humana versículo por versículo. Los liberales/libertarios deberíamos ser conscientes de que la mayor parte de la gente no puede meterse con las lecturas que muchos hemos hecho para entender los aspectos económicos y políticos que hacen de la libertad el valor supremo. Es cierto que muchos no lo hacen por falta de interés, pero otros no pueden permitírselo porque están haciendo lo que tienen que hacer: sacar sus familias adelante. Personas que se levantan a las seis de la mañana para trabajar, que se tienen que pelear en el sector privado para ser competitivos y poder generar riqueza y que llegan a casa a la hora de cenar para ver a su familia; ellos tienen que ser nuestro objetivo.  Ese es el sector que tiene que saber que son nuestras ideas las que les librarán de los burócratas que entorpecen su día a día, son nuestras ideas las que visualizan a los políticos saqueando sus  cuentas corrientes a final de mes para proveerles con unos servicios deplorables, pero ante todo, tenemos el deber de transmitirles que son nuestras ideas las que permitirán que disfruten del fruto de su esfuerzo y que vivan como ellos crean conveniente.  Este sector de la sociedad es el que más sufre con la intervención estatal y el descontento que acumulan acaba siendo utilizado por los Estatistas, que les embaucan con mensajes bien envueltos, pero podridos por dentro.

De una manera simplista, podríamos definir el populismo como retórica o marketing. La izquierda nos lleva años de ventaja en este aspecto. Son capaces de resaltar los puntos fuertes de su ideario y de minimizar y ocultar los enormes errores intelectuales y sus catastróficas consecuencias (muchas veces ya probadas empíricamente). Los líderes de estos movimientos no publicitan la lectura de Schmidt o de Rousseau cuando tienen una cámara delante. Hablan de conceptos claros : explotación, malvados capitalistas y derechos positivos. Y lo repiten hasta la saciedad.Todo esto lo hacen de la mano de un séquito de fieles borregos que siguen el dictado de sus jefes al dedillo, no hay más que comprobar la horda de tuiteros con la que cuentan. Como buenos aprendices de Gramsci, se han colado en las instituciones educativas y comunicativas y han ido drenando sus mensajes poco a poco creando una hegemonía ideológica y consiguiendo algo que nadie hubiera sospechado: la superioridad moral. Pero no se van a detener ahí, quieren extender el pensamiento y para ello necesitan un ejército de demagogos; una milicia de “cuñados” dispuestos a repetir tantas veces una mentira, que consigan convertirlo en una verdad irrefutable. Sino mirad cómo Iñigo Errejón anima a los suyos:

//platform.twitter.com/widgets.js

No anima a la gente a entender las tesis de los eruditos  y a encerrarse en bibliotecas. Les anima a estar en cada bar, en cada casa, en cada discusión. Y no les anima a ser honestos intelectualmente, les anima a seducir y a convencer. No  digo que adoptemos todos los males y vicios de nuestros enemigos, sino que analicemos qué hemos hecho mal hasta ahora y cómo podemos mejorar  y vender un ideario atractivo y convincente.Podemos redefinir el populismo como la simplificación de un mensaje complejo a otro más simple pero manteniendo la idea subyacente. Ahora bien, cuando la idea a transmitir está mal desarrollada en su modo más complejo inevitablemente al simplificarlo se arrastra ese error y degenera en una mentira. Cuando socialistas y comunistas proclaman que eliminarán la pobreza con sus políticas lo hacen porque es lo que creen que van a conseguir con sus recetas. Puede que alguno (o varios) no lo crean, pero en este último caso estaríamos hablando de psicópatas. Por lo tanto, el populismo, tal y como lo entiendo yo, es una herramienta que resulta tan buena como las ideas que se transmiten, ni más ni menos.  La diferencia esencial radica en que sabemos que nuestros argumentos son mejores.

Este es precisamente nuestro punto a favor. Sus ideas son una basura, una absoluta mierda. . Debemos darle la vuelta a la tortilla y encontrar la manera de envolver nuestras ideas en un bonito papel de regalo preocupándonos de no podrir el contenido durante el proceso. Esta tarea no es para nada fácil. Nosotros no prometemos paraísos en la tierra ni la certidumbre de un futuro prometedor, simplemente prometemos que cada hombre tendrá el derecho al fruto de su esfuerzo y a ser tan feliz como pueda. Es por esto que debemos plantear el debate y pensar cómo condensar nuestro ideario fundamental en mensajes potentes y directos pero tratando de no corromper la esencia de esas ideas en el proceso.  Y todo esto teniendo en cuenta que la retórica es un arma de doble filo. Debemos recordar siempre quién es nuestro oponente y pelear todos juntos. Ellos no pierden el tiempo con purismos. Ellos quieren nuestra pasta, y la están consiguiendo. Tienen el BOE y tienen las armas y tienen el apoyo de la mayoría, y todo porque han conseguido la hegemonía. Esto no es atribuible sólo a Podemos (que evidentemente son los más dañinos) sino  a todos los Estatistas. Creo firmemente que el futuro de este movimiento radica en conseguir  cambiar el eje de la discusión. No es una batalla entre izquierdas y derechas; tampoco lo es entre los de “abajo” y los de “arriba”. Es una batalla entre los que nos quieren decir qué leer, qué beber, qué decir, qué pensar, cómo actuar. Es una batalla entre los que quieren controlar la vida de los demás y los que quieren que les dejen en paz. Es una guerra: Libertarios vs Autoritarios.

from LIBERTARIO.ES http://ift.tt/2aVJWul




de nuestro WordPress http://ift.tt/2aEVZi8
http://ift.tt/2aEVDbs
blogs replicados, anarcocapitalista, Borja Odriozola anarcocapitalismo, liberalismo, libertario, LIBERTARIO.ES, libertarismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario