Está de actualidad: allá donde vieres, la amenaza comunista se encuentra al alza y amenaza con tomar el poder en determinados lugares. ¿Sabemos realmente en qué consiste y cómo funciona el comunismo más allá de cosas que hemos oído por ahí?
Karl Marx, padre ideológico del marxismo, entendía que existían dos únicas clases sociales en el mundo: la burguesía y el proletariado. Cualquier persona que no se encuadre en alguno de estos dos grupos era, a sus ojos, un caso puntual que acabaría recalando en cualquiera de los dos niveles. Debemos entender que Marx defendía que la burguesía, como clase dominante, explotaba a la clase obrera, clase dominada.
¿Cómo se produce esta explotación? La burguesía, por medio de los conocidos como medios de producción (todos los instrumentos y materiales destinados a la producción) explota al proletariado y le roba su trabajo. Todo aquel trabajo producido por el obrero y que va a parar a manos de la burguesía (el sueldo de un obrero no le compensa económicamente lo que ha producido) se conoce como plusvalía, y es esta misma plusvalía el mayor ejemplo de la explotación de clase. Asimismo, el estado es un arma utilizada por la burguesía para defender sus intereses y explotar a la clase obrera, pues domina el estado y sus acciones por medio de su poder (lo que hoy llamamos Plutocracia, salvando las distancias).
¿Cómo se libra uno de esta explotación? En primer lugar, tomando conciencia de clase. Debemos primero darnos cuenta de que somos clase obrera para defender nuestros intereses. Todo obrero que siendo obrero no tome conciencia de que lo es estará sufriendo, siempre basado en la teoría de Marx, una alienación. La religión, por poner un ejemplo, es para Marx uno de los mayores ejemplos de actor alienador de la clase obrera. “La religión es el opio del pueblo”.
Debemos entender que alcanzar el comunismo es un proceso que consta de varias fases, todas ellas consecutivas y necesarias:
• Dictadura del proletariado
• Socialismo
• Comunismo
Cuando tenemos una clase obrera que ha tomado conciencia de clase, sabe que es clase obrera y sabe lo que le conviene, debemos conseguir de una u otra forma que alcance el poder político para poder defender sus intereses. Puede alcanzarlo de manera democrática, vía elecciones, o puede tomarlo por la fuerza. Esto mismo ocurrió en Rusia: tras la caída del zarismo y la celebración de unas elecciones (en las que el partido de Lenin no salió del todo bien parado), los bolcheviques se hacen con el poder por la fuerza. Primer paso: dictadura del proletariado
Cuando hemos alcanzado el poder debemos repartir aquellos medios que producen esa explotación y dominio de una clase sobre la otra. El procedimiento es simple: la fábrica y las máquinas que allí se utilizan dejan de pertenecer al burgués y se reparten entre los obreros que allí trabajan. Colectivizados los medios de producción, no sirven ya de herramienta de opresión. Segundo paso: socialismo
Recordemos que el estado es un arma peligrosa que se utiliza para oprimir, por lo que cada minuto que siga existiendo correremos el riesgo de que caiga en malas manos y pueda volver a ser utilizada para aquello que fue creado. La solución lógica: establecer unos procesos de relación económica y laboral entre los ciudadanos (ya no existen las clases, nadie oprime a nadie) y, cuando estos sean interiorizados, disolver el estado. Acabar con la dominación de clases implicaba desembocar en la anarquía, por lo que anarquistas y comunistas defienden lo mismo, con la sutil diferencia de que los comunistas entienden que existen pasos previos antes de disolver el estado y los anarquistas prefieren acabar con él sin más dilación.
¿Ha habido países comunistas? Ninguno. Ningún país ha llegado a disolver su estado (para acabar con la explotación de clase. Muchos estados han mutado en otros totalmente distintos, pero el aparato estatal permanecía en todos ellos).
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