Esta es la pregunta que plantea y resuelve Eugen von Böhm-Bawerk en uno de sus más prolíficos ensayos poco antes de su muerte en 1914. Dicho esto, voy a repasar y exponer la idea del autor en tres ámbitos que al día de hoy siguen siendo vigentes y muy polémicos: el caso de la usura, del monopolio natural y los sindicatos.
El poder económico actúa de acuerdo a la ley económica
Bawerk nos pide que tomemos el ejemplo de la usura ¿qué ocurre allí? Dada la necesidad urgente de una persona, es decir, una exasperada valoración subjetiva de la cual depende, otorga la posibilidad al ofertante para cobrear un precio mayor del que lo habría hecho en otras circunstancias, es decir podríamos hablar de un aprovechamiento y sin embargo la pregunta que debemos hacernos es: ¿esto va contra ley económica o es conforme a ella? Si existiera competencia, el usurero tendría que bajar el precio pero este importante limitador que es el hecho de que no haya otros ofertantes genera un “poder” para poner un alto precio ¿quiere decir esto que no existe techo o limite al precio? No, he aquí la diferencia entre el poder político y lo que llaman algunos poder económico pues no existe forma de coacción o violencia hacia la victima de la usura ya que en sus manos está poner ese límite decidiendo comprar o no a partir de su valoración.
Ahora vamos al ejemplo de los monopolios, pero aquí nos referiremos al monopolio natural que en ausencia de competencia y de haber sido el mejor en satisfacer las necesidades de los demás adquiere un “poder” para aumentar sus precios, vemos por un lado igual que en el caso anterior como no existen otros ofertantes que hagan bajar los precios, o sea no existe está limitante al precio que impone la competencia y por el otro tenemos muchos demandantes no obstante como hablamos de un poder económico tiene un límite pues si el precio supera incluso la valoración subjetiva más alta y urgente no podrá vender a ese precio por lo cual deberá descender, Bawerk no lo escribe pero en el caso de monopolio natural puede suceder que los competidores indirectos hagan disminuir sus precios ¿cómo? Si la empresa X vende los materiales Y para construcción de puentes y tiene precios de monopolio porque no existen más ofertantes del material Y, ello no implica que los demandantes no puedan recurrir a sustitutos (Competencia indirecta) que ofrecen los materiales Z también para construcción o que puedan aparecer innovaciones y nuevos ofertantes del material Y.
Con claridad vigorosa Bawerk explica:
Al poder determinar a su antojo la extensión de intensidad de su propia oferta, el monopolista es dueño de buscar el unto de inserción en la franja baja o en la alta de la escala de precios posibles. Pero cuando más arriba se situé este punto, tanto menos será el número de quienes alimentan la demanda, reduciéndose al mismo tiempo la cantidad vendible a ese precio. Así, pues, el monopolistas jamás tendrá un poder ilimitado, sino solo una posibilidad de elección, en el ámbito de las leyes del precio, entre distintos niveles de precio ‘económicamente posibles’ una elección que, incluso con esos límites, es sin duda bastante ventajosa […] todo lo cual ocurre –conviene repetirlo– en consonancia con las leyes del precio, no en su contra. Pag 68
Antes de lo que esperan, esto es, que muestre si el poder social (Al día de hoy entiéndase poder político) actúa en contra o conforme la ley económica, Bawerk al parecer sostiene que “los motivos no económicos” distorsionan las leyes económicas del precio, mientras que el poder económico actúa conforme la ley económica:
Cuando en la formación del precio o en la distribución intervienen motivos extraeconómicos como la magnanimidad, el humanitarismo, el odio de clase o de raza, las simpatías o antipatías nacionales, la presunción, la ambición, y así sucesivamente, pueden conducir a la formación de precios que se apartan de lo que cabría esperar según la fórmula que expresa la ley de formación del precio, si no es que llegan incluso a contradecir abiertamente dicha fórmula. Quien en un contrato se deja llevar, por un motivo secundario de carácter extraeconómico, a favorecer a la parte contraria –Por ejemplo, por amistad o por humanitarismo–, puede llegar como comprador, a aceptar un precio incluso muy superior a la propia valoración, o, como vendedor, contentarse con un precio muy inferior a la misma; o bien, quien por razones patrióticas o chovinistas decide comprar sólo productos nacionales, puede aceptar precios superiores a los que ofrecen los competidores extranjeros. Pag 70
Bawerk insiste en que las leyes económicas sólo pueden ser validas en la medida en que los supuestos en que se basan se den en la realidad de forma pura, no obstante precisamente a una ciencia pura no lo que corresponder pienso entrañar los motivos que lleven a actuar a los hombres pues en último caso la ley se sigue cumpliendo porque lo que vemos son acciones humanas fruto de valoraciones subjetivas que determinan los precios del mercado y esto bien puede ser si todo el mundo actúa como un homo œconomicus como también de forma altruista y humanitaria por lo tanto las leyes económicas como la ley de la gravedad siguen siendo válidas independientemente de los motivos o de los aviones por ejemplo si se intentase sostener que esto no es así el actor debería escoger un medio en este caso su propio cuerpo para poder sostener mediante una argumentación su fin que es negar la validez de las leyes económicas producto de una valoración subjetiva lo que implica posibles pérdidas o ganancias, una preferencia temporal, etc…
No hay escape a la ley económica
¿Recuerdan el monopolio natural? Hemos visto como incluso en este caso no hay lugar a coacción o fraude, y podemos decir sin temor a equivocarnos que estamos frente a un intercambio voluntario y por lo demás justo donde ambas partes ganan en otro caso no lo habrían realizado, ahora imaginemos ¿qué ocurre si esta empresa quiere pagar a sus trabajadores un salario de subsistencia? Para empezar en presencia de competencia lo natural que ocurre es que habrán salarios muy altos dada las muchas empresas que demandan estos servicios y precios bajos de los bienes y servicios dada la mayor productividad, división del trabajo y rivalidad de empresas en busca de los consumidores, usualmente suele reprocharse el hecho de que las empresas van a países como China, India o Vietnam precisamente para pagar lo menos posible 1 o 2 dólares al día empero esto sólo quiere decir que para estas personas la utilidad marginal de ese par de dólares es mayor de lo que sería a otra en EE.UU que no aceptaría un empleo por menos de no un dólar al día sino 6 o 7 dólares por hora, lo que además da entender que probablemente en otras ocupaciones ganen menos y está no es sólo la mentalidad de un empresario buscando aumentar ganancias y reducir costes sino asimismo lo es de otros empresarios por lo que está competencia por trabajadores generan un aumento del salario en general de estos trabajadores de las llamadas economías de tercer mundo y en general de la calidad de vida de estos.
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