miércoles, 20 de diciembre de 2017

No tapéis los “agujeros” fiscales, por Mises Hispano.

¿Por qué algunos conservadores y libertarios quieren que algunos estadounidenses paguen más en impuestos?

Oh, en realidad no han aparecido y dicho esto. Entonces sonarían como Bernie Sanders o Hillary Clinton.

Lo que sí dicen es que algunas deducciones fiscales son “agujeros” que tienen que “taparse” porque “distorsionan” el código fiscal, “subvencionan” a los contribuyentes de rentas altas y animan a la gente a tomar “decisiones económicamente insensatas”. Aunque la mayoría de ellos también añaden que el mayor ingreso público que resultaría de la eliminación de una deducción concreta debería usarse para “pagar” una “buena reforma fiscal” para “compensar” el “coste” de rebajar los tipos fiscales haciendo el código fiscal “más sencillo” y “más justo”, no se puede obviar el hecho de que algunos conservadores y libertarios siguen queriendo que ciertos estadounidenses paguen más en impuestos.

La última deducción bajo ataque es la deducción del impuesto estatal y local (la deducción SALT, por sus siglas en inglés).

Dejadme primero que explique cómo funcionan las deducciones fiscales y cómo eliminarlas, reducir su valor o eliminarlas gradualmente por encima de un nivel concreto de renta no es distinto de aumentar los tipos fiscales.

Las deducciones fiscales sirven para reducir la renta sometida al impuesto. Los contribuyentes pagarán menos en impuestos cuanto más grande sea el número y más alta sea la cantidad de deducciones a las que tienen derecho. Todos los contribuyentes pueden en general reclamar una deducción estándar de 6.350$ (12.700$ para matrimonios que declaren conjuntamente). Muchos contribuyentes también pueden reclamar deducciones por gastos de educación, gastos de negocio de artistas escénicos, contribuciones a cuentas de ahorro sanitarias, pago de pensiones alimenticias, gastos de mudanza, la parte deducible del impuesto de autónomos, primas de seguro sanitario pagadas por los autónomos, contribuciones a planes de pensiones, gastos de matrícula e intereses de préstamos de estudiantes. En lugar de usar la deducción estándar, algunos contribuyentes pueden pormenorizar sus deducciones y acabar con una deducción fiscal total más grande. En este caso, las deducciones permitidas incluyen gastos médicos y dentales, impuestos estatales y locales pagados, impuestos de inmuebles pagados, intereses de hipotecas de vivienda, primas de seguro hipotecario, contribuciones caritativas, pérdidas por heridas o robos, gastos de empleados no reembolsados y tarifas de preparación impuestos.

Todas las deducciones (y excepciones, que funcionan de la misma manera) aplicables se arrestan de la renta bruta y luego se calcula el importe del impuesto de la renta. Gracias a Dios que existen las deducciones fiscales. Si alguien gana 100.000 y tiene 20.000 en deducciones, solo se le grava por 80.000. Esto hace que el contribuyente pueda guardarse miles de dólares de su dinero en su cartera o cuenta bancaria. Luego puede gastar o ahorrar como le parezca en lugar de pagar el dinero para que el gobierno federal lo desperdicie en guerras en el extranjero, financie algún despilfarro o redistribuya parte a otros estadounidenses después de pagar previamente los enormes salarios de los burócratas públicos. Todo dólar que tengan los estadounidenses en sus propias manos y que se mantenga lejos de las manos avariciosas del Tío Sam es siempre algo bueno. No importa cuántas deducciones fiscales haya, a quién beneficie, cuáles sean sus cantidades, por qué se apliquen, durante cuánto tiempo hayan estado en vigor, quién las apoye o no o cuánto “abarroten” el código fiscal.

Los tramos fiscales actuales son 10, 15, 25, 28, 33, 35 y 39,6%. Cualquier aumento en estas cifras significa que algunos estadounidenses sufrirán un aumento de impuestos. Cualquier disminución en el nivel de renta en el que se apliquen estos tipos significa que algunos estadounidenses sufrirán un aumento de impuestos. Igualmente, cualquier deducción fiscal que se elimine, reduzca o disminuya progresivamente significa que algunos estadounidenses sufrirán un aumento de impuestos. Así que el efecto es el mismo: una cuota fiscal superior. Al final, no supone ninguna diferencia si uno paga más en impuestos porque los tipos aumentan o porque las deducciones disminuyen. No supone ninguna diferencia si la renta neta se grava a un tipo superior o la renta neta aumenta y luego se grava al tipo actual. El resultado sigue siendo una cuota fiscal superior.

Conservadores y libertarios se tirarían de los pelos si aumentaran los tipos fiscales. Sin embargo, algunos de ellos son bastante obstinados en la idea de que ciertas deducciones deberían eliminarse, aunque harían exactamente lo mismo: aumentar los impuestos de algunos estadounidenses.

¿Pero qué pasaría si la eliminación de una deducción fiscal concreta estuviera ligada a una disminución en los tipos fiscales, unos tramos fiscales más amplios o un aumento en la desgravación personal o la deducción estándar?

Si se eliminarán todas las deducciones fiscales y todos los estadounidenses tuvieran que pagar una tarifa plana de, por ejemplo, el 5%, sería un plan fiscal que podría apoyar. No porque crea que el gobierno tenga derecho al 5% de la renta de todos los estadounidenses, sino porque es palpablemente mejor que el sistema actual.

Pero este es un tipo de reforma fiscal los republicanos en el Congreso ni siquiera considerarán. Los republicanos (igual que los demócratas) están comprometidos con el principio de neutralidad de ingresos, es decir, que cualquier pérdida de ingresos por rebajas fiscales debe compensarse con ganancias de ingresos, ya sea por aumentos de impuestos, ampliación de la base imponible, cerrado de agujeros o eliminación de deducciones. Las ideas republicanas de la reforma fiscal únicamente redistribuyen las sillas de cubierta en el Titanic. Aunque algunos estadounidenses pagarán más en impuestos y otros pagarán menos, el gobierno en último término obtendrá la misma cantidad de dinero de todos los estadounidenses que antes: una cantidad obscena de dinero del cual solo una cantidad minúscula se gastará en cosas que podrían considerarse constitucionales.

De entre todas las personas, son los libertarios los deberían estar diciendo que no deberían aumentar los impuestos de nadie y que deberían disminuir los impuestos de todos. Consecuentemente, la eliminación una deducción fiscal no debería tolerarse más que un aumento en el tipo fiscal.

¿Y por qué algunos conservadores y libertarios se centran tanto en la deducción SALT en particular? ¿Por qué no les oímos decir que los créditos para niños deberían eliminarse porque no es “justo” que los estadounidenses sin hijos “subvencionen” a los estadounidenses con hijos?

Me gustaría que conservadores y libertarios que son tan firmes acerca de la reducción de deducciones de impuestos dedicaran la misma cantidad energía defendiendo tipos fiscales radicalmente más bajos, un sistema impositivo menos progresivo, la eliminación de créditos fiscales reembolsables (una forma de ayuda social) y recortes pasivos en el gasto público.


El artículo original se encuentra aquí.

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