domingo, 23 de abril de 2017

Olvidemos la ayuda exterior – Adoptemos en su lugar el libre comercio, por Mises Hispano.

africafarm.JPGEn su reciente artículo en el Guardian, David Cameron, ex primer ministro de Reino Unido y recién nombrado Presidente de la Comisión sobre Fragilidad, Crecimiento y Desarrollo del Estado, argumentaba que está bien que Reino Unido continúe dando ayuda a países en desarrollo e inestables. Mr. Cameron argumenta que es responsabilidad del gobierno de Reino Unido dar ayuda para apoyar a los países en desarrollo no solo porque es lo que hay que hacer moralmente, sino que también interesa al país.

A partir del artículo de Mr. Cameron, me gustaría argumentar a favor de una manera mejor por la que Reino Unido puede ayudar a los países menos desarrollados y también atender sus propios intereses: el libre comercio.

Al estar Reino Unido preparándose para abandonar la Unión Europea, esto da al gobierno una oportunidad sin precedentes para revisar su política comercial y forjar nuevas relaciones basadas en el libre comercio con la UE y el resto del mundo. El libre comercio ha traído prosperidad económica y ha sacado a millones de personas de la pobreza en un grado sin precedentes en la historia humana. El libre comercio no solo beneficia a todos los países implicados económicamente, sino que también promociona la paz y la buena voluntad entre esos países. Por tanto, Reino Unido debería ponerse como objetivo el libre comercio con países de todo el mundo.

Sin embargo, el recién creado Departamento de Comercio Internacional podría enfrentarse a oposición (especialmente de los estados en desarrollo o frágiles) en forma de proteccionismo. Si aparece una situación como esta, Reino Unido debería seguir una política de libre comercio unilateral con estos países económicamente menos desarrollados. Debería hacerlo por dos razones principales.

La primera razón es que es lo moralmente correcto. Como hemos mencionado antes, el libre comercio trae prosperidad económica para todas las partes implicadas. Como consecuencia, si Reino Unido eliminara los aranceles sobre sus importaciones de países en desarrollo en regiones como África, esto sería increíblemente beneficioso para algunos de los pueblos más pobres del planeta.

Para ilustrar este punto, pensemos en el café y la aproximación proteccionista de la UE. Se establece un arancel del 7,5% sobre el café tostado de África en los países de la UE. Sin embargo, el café verde no descafeinado no tiene esos aranceles.[1] Esas políticas proteccionistas pueden dejar a los países atrapados en una situación en la que solo puedan en realidad exportar materias primas: les impide añadir valor a su producción.

Seguir una política de libre comercio unilateral con el mundo desarrollado abriría nuevos mercados en Reino Unido para productores de esos países. En lugar de limitarse a vender materias primas, podrían añadir valor a su producción y crear productos cada vez más especializados y sofisticados. Esto crearía más empleos y aumentaría a la prosperidad en estos países. Dedicarse al libre comercio unilateral ayudaría a levantar algunos de los pueblos más pobres del mundo, sacándolos de la pobreza, y a atraer prosperidad y estabilidad a países en desarrollo o frágiles. Es lo que moralmente hay que hacer.

La segunda razón por la que Reino Unido debería considerar el libre comercio unilateral con países menos desarrollados económicamente es que beneficiaría al propio Reino Unido. Eliminar los aranceles a las importaciones animaría a los productores en estos países a exportar más productos a Reino Unido. Esto generaría bienes más baratos para consumidores y empresas. Como consecuencia, la gente en Reino Unido sería más rica. Tendría más dinero para ahorrar y gastar en otros productos. Los precios más bajos en las importaciones (y el aumento en gasto de consumo que resultaría) también serían buenas noticias para los negocios de Reino Unido. Les permitiría contratar más personal, reduciendo así el desempleo. También les permitiría gastar más dinero en investigación e innovación, lo que significa que crearían nuevos productos que querría comprar la gente en Reino Unido (y en el resto del mundo).

Además, aunque la inmigración y la generosidad de Reino Unido deberían verse de una manera positiva, son políticamente polémicos. Una mayor prosperidad y seguridad económica en los países en desarrollo reduciría la presión basada en la inmigración a Reino Unido. Como consecuencia, el libre comercio unilateral con países menos desarrollados económicamente reduciría el presupuesto de ayudas internacionales de Reino Unido y ayudaría a reducir la presión sobre los servicios públicos.

El libre comercio unilateral con el mundo en desarrollo traería prosperidad y seguridad a algunos de los pueblos más pobres de todo el mundo y también sería beneficioso para reino unido. El secretario de comercio internacional, el Dr. Liam Fox, debería considerar seriamente adoptar ese tipo de política.


El artículo original se encuentra aquí.

[1] Ver “How the  EU starves Africa into submission“, de Calestous Juma, del Belfer Center for Science and International Affairs en la Harvard’s Kennedy School (26 de octubre de 2015). Juma escribe: “la preocupación no es que Alemania se beneficie del proceso del café. Es que África se ve castigada por las barreras arancelarias de la UE por hacerlo. El café verde no descafeinado está exento de gravamen. Sin embargo, se impone un gravamen del 7,5% sobre el café tostado. Como consecuencia, la mayoría de las exportaciones de áfrica a la UE son de café verde no tostado. (…) El gravamen sobre el cacao es todavía más debilitador. Se informa de que la ‘UE grava con un (arancel del) 30% a productos procesados del cacao, como las barras de chocolate o el cacao en polvo y un 60% para algunos otros productos refinados que contienen cacao’”.

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