sábado, 4 de febrero de 2017

Diálogo entre un anarcosocialista y un austriaco, por Mises Hispano.

[Reproducimos a continuación uno de los debates más jugosos que se produjeron en el antiguo Foro de Acción Humana de Gabriel Goragina. Y lo hacemos porque consideramos que la discusión viva es mucho más rica que la fría exposición doctrinaria.]

ANARCOSOCIALISTA: Dices que hay contradicción en mí. Por un lado niego la posibilidad de la libre voluntad y afirmo que nadie tiene méritos ni culpas. Y por otro lado digo que los capitalistas son “criminales” (o sea, culpables) y le digo al capitalismo que debería experimentar “remordimientos” (o sea, sentimientos de culpa) por defender sus posesiones privadas. Respondo: Sigo creyendo en la imposibilidad del libre albedrío. La inteligencia o razón nos permite ver o ser conscientes de las diversas alternativas a seguir, pero el acto de elegir una alternativa concreta es en sí mismo un acto físico y como tal sigue sometido a las leyes físicas del universo -o sea, sigue sometido o al determinismo o al azar, cualquiera que sea la verdad del universo. La razón no nos devuelve nuestra libre voluntad; sólo nos permite comprender por qué no somos ni podemos ser libres. (Nota: La voluntad SÍ existe, es algún proceso cerebral; pero NO es libre, es un acto físico regulado por leyes físicas).

AUSTRIACO: Me parece arbitrario que le quites funciones a la inteligencia y la razón y también arbitrariamente se las otorgues a la física. Es arbitrario y no fundas ni pruebas el porqué de tal distinción, que por ello aparece como arbitraria. Con el mismo criterio se podría afirmar lo inverso: que es la física (o un acto físico) lo que nos permite ser conscientes de las diversas alternativas a seguir, mientras que el acto del elegir una alternativa concreta es un acto o manifestación de la inteligencia o de la razón. Se trata de una proposición reversible y una es tan absurda como su opuesto. Lo propio cabe decir respecto a la arbitraria distinción que haces entre la razón y la libre voluntad y sus funciones. Aquí incurres en contradicciones mayores por cuanto asignas a la razón funciones que puede o no tener según el ángulo en que te ubiques. Es tan arbitrario lo que aquí afirmas como afirmar la proposición contraria a esa: la que diría que la voluntad es un proceso racional en tanto que la comprensión o la racionalidad son procesos cerebrales. El tuyo es un argumento reversible, y por ende nada prueba, siendo poco científico, y reducirse en consecuencia a mero juego de palabras, con todo el respeto que tu esfuerzo me merece. Con el mismo absurdo criterio podría sostenerse que el raciocinio es un acto físico regulado por leyes físicas (el opuesto a lo que has afirmado). Pero de lo que se trata es de conseguir argumentos consistentes que permitan avanzar en el conocimiento.

ANARCOSOCIALISTA: Algunos distinguen, en la ELECCIÓN o DECISIÓN, entre el ACTO de elegir y el OBJETO elegido. Admiten que el acto de elegir es, verdaderamente, un acto físico, no libre. Pero dicen que la libertad reside en el objeto elegido (vgr, entre ser abogado o ser médico). Yo creo que tampoco eso nos devuelve nuestra libertad.

AUSTRIACO: Respecto de la presunta distinción entre elección o decisión y el objeto elegido, me parece que es pasible de las mismas críticas que hice antes. Se tratan de criterios arbitrarios, lo que resulta sorprendente en ti que luego pides pruebas de las afirmaciones que yo hago. Como te imaginarás mi opinión es que la libertad reside tanto en el objeto elegido como en el acto de elegir. El determinismo, o el azar, o ambos son inviables y carentes de sustento. ¿Cuál es la base para afirmar que el acto de elegir es un acto físico? ¿Cuál es la prueba de ello? ¿Cuál es el órgano del cuerpo humano que concretamente elige y cómo se describe el proceso físico químico que lleva o conduce a la elección? ¿Qué es lo que desencadena ese porceso en un momento determinado y no en otro?. Todo estas preguntas son tan absurdas que hasta resulta cómico formularlas.

ANARCOSOCIALISTA: La elección de un objeto determinado depende, finalmente, de gustos, emociones, instintos, sentimientos, y todo esto a su vez depende del código genético y/o el medio ambiente. O sea, seguimos sometidos o al determinismo o al indeterminismo.

AUSTRIACO: Este punto es parcialmente cierto en cuanto a que “La elección de un objeto determinado depende, finalmente, de gustos, emociones, instintos, sentimientos”. Pero disiento en algo que ya te hice notar antes, y es que yo excluyo cualquier dependencia del código genético (en todo caso el individuo se va independizando o no de posibles influencias de su código genético a lo largo de su vida si trabaja para ello, vale decir aplicando su propósito a ello) y acepto la influencia del medio ambiente, la que, en manera alguna, no excluye el libre albedrío. Disiento en cuanto a la utilización del término “depende” en el sentido de estar determinado. Los “gustos, emociones, instintos, sentimientos” también son objeto de ELECCIÓN como la experiencia diaria de la vida lo demuestra paso a paso. Veamos mi caso personal. Antes me gustaba la pizza, hoy no me gusta. Antes me emocionaba el fútbol, hoy me resulta indiferente. Antes mi instinto me hacía comer vorazmente, hoy soy mesurado y hago dieta. Antes era amigo de Ricardo y hoy soy amigo de Claudio. Aquí tienes ejemplos personales de “gustos, emociones, instintos, sentimientos” diferentes en un mismo individuo, fruto de sus personales elecciones. No hablo de casos hipotéticos ni teóricos. Estoy hablando de mi mismo. En cuanto al medio ambiente, resulta evidente que se trata de una elección más. Hoy vivo en Buenos Aires, mañana puedo DECIDIR vivir en New York o bien en Calcuta. El código genético no tiene nada que ver con este tipo de elecciones ni con ningún otro.

ANARCOSOCIALISTA: Bien, en mi interior no creo en méritos ni culpas; mi razón me dice que no hay eso. Pero sigo siendo un ser más emocional que racional (Unamuno definía al hombre como el “ser emocional”, el único capaz de reír y llorar, y decía que el único “ser racional” que conocía era su gato, que pasaba horas y horas en el sofá, sumido en profundas cavilaciones filosóficas, sin manifestar ninguna emoción visible). Y como ser emocional que soy, no puedo evitar sentir indignación, odio y desprecio hacia el capitalismo, y simpatía y caridad hacia los desposeídos. De ahí que hable de “culpables” e incite al capitalista a sentir “remordimientos”. (Nota: Predicar el QUIETISMO, en lugar del ACTIVISMO, sería igualmente una actitud emocional). Espero que me entiendas: EMOCIONALMENTE, señalo inocentes y culpables y lucho por lo que creo justo. Pero, RACIONALMENTE, sé que no hay méritos ni culpas, no hay inocentes ni culpables, y sólo me queda luchar por el amor. Y por eso le creo a León Felipe cuando dice: “Lo llamamos justicia, pero su nombre verdadero es AMOR”.

AUSTRIACO: Estas racionalizando la emoción. El ejemplo de Unamuno es muy humorístico pero obviamente nada científico como comprenderás. El hombre fue, evolutivamente, primero emocional y luego racional. Pero hoy es primero racional y luego emocional, a partir del momento en que tiene uso de razón. Este es el abismo que separa al hombre moderno del animal y del hombre antiguo (prehistórico). Eso que sientes respecto al capitalismo te lo dicta tu razón y no tu emoción. Como hombre moderno (no animal) tu emoción obedece a tu razón. Las emociones que experimentas con respeto al capitalismo son consecuencia de las ideas desfavorables que tienes respecto de él. En consecuencia tus ideas regulan tus emociones. A ideas ingratas emociones ingratas. Si la contemplación de una flor te produce placer, es por la idea que tienes de “flor” como algo placentero. De la misma manera que respecto de los objetos sensibles, con más razón en relación a las ideas abstractas (p.ej. capitalismo, socialismo, anarquía, etc.) las ideas manejan las emociones en lo humano. En los hechos, y en los humanos, no existe esa división tan tajante que haces tu entre emoción y razón. De cualquier manera lo que distingue a los animales de los humanos es justamente que ellos son toda emoción y nada de razón, en tanto que en el caso humano es algo difuso y mezclado, tendiendo a preponderar la parte racional por sobre la emocional. Por eso, como eres humano, no puedo creerte en cuanto a que afirmes que en ti lo emocional es mas importante que lo racional. Y es claro para mi que no puedes sentir desprecio por algo si antes no lo intelectualizas y eso es lo que te pasa respecto del capitalismo (puede pasarte respecto de otras cosas pero no es nuestro debate). Tu idea del capitalismo (únicamente racional) es negativa (seguramente por múltiples factores, v.g. Educación, etc.). Eso es lo que hace que emocionalmente sientas hacia él indignación, odio, etc. Y esto nos devuelve al punto de partida de mi objeción. RACIONALMENTE hay méritos y culpas porque un delincuente no es igual a un hombre decente, más aun cuando el delincuente pudiendo ser decente decide ser delincuente y viceversa. Y mas aun cuando se verifica de continuo en la practica la conversión de delincuentes en decentes y de decentes en delincuentes. Tampoco aquí explicas el cómo, RACIONALMENTE, no hay méritos ni culpas, ni inocentes ni culpables, lo que puedo entender desde tu emoción pero jamás desde tu razón. Pero si lo explicas desde la razón lo tienes que demostrar, cosa que no hiciste antes ni haces ahora y me pides a mí que lo haga. Vale decir es justamente al revés de lo que tu señalas. Por eso lo que dice León Felipe es muy lindo pero en rigor no significa nada más que un mero juego de palabras, muy poético pero poco científico. Los animales, hasta donde sabemos, son puro instinto y emoción, justamente de la misma manera que tu categorizas al ser humano. ¿De dónde sacaste que predicar la inmovilidad o el activismo son actitudes emocionales?. Claramente son productos de una elección. Elijo la inmovilidad o el activismo como resultado de una elección en la cuál he sopesado los costos y los beneficios de una actitud o de la otra. No me da lo mismo una conducta que la otra, y ese “no me da lo mismo” sólo puede ser producto de un proceso electivo. Si fuera emocional lo mismo daría una actitud o la otra.

ANARCOSOCIALISTA: No obstante… ¿Me contradigo? Pues bien: me contradigo Soy enorme, contengo multitudes (no es mío, es de Walt Withman, poeta de la democracia).

AUSTRIACO: No eres enorme ni contienes multitudes. Eres un hombre. Un individuo, y también lo era Walt Withman, poeta de la democracia. Resulta verdaderamente elogiable que expreses lo que sientes y que te manifiestes con total y completa libertad. Ese es uno de los objetivos de este foro y como tal defiendo ese tu derecho. También resulta verdaderamente enaltecedor que reconozcas tus propias contradicciones y que te refutes a ti mismo luego de desahogarte y exponer tus sentimientos. Que destaques tus propios errores es un ejemplo para quienes hemos tenido en este foro gente que solo buscaba hacer alarde de sus limitados y escasos conocimientos, insultando de paso a los demás, sin aportar nada instructivo. Te has replicado a ti mismo y has confesado las contradicciones inherentes en este mensaje tuyo. Ante ello estimo carente de inutilidad demostrarle yo a los demás tales contradicciones. Simplemente intervengo para destacar tu honestidad intelectual al confesar los propios yerros de tus teorías. La emoción sin la razón es barbarie. Nos retrotrae a nuestra condición animal. Nos pimitiviza. Por eso el liberalismo entronizó la razón que civiliza a la emoción.

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