[Artículo de Newsweek del 25 de junio de 1951 y reimpreso en Business Tides: The Newsweek Era of Henry Hazlitt]
Independientemente de lo que el Congreso realmente haga antes del 30 de junio, es instructivo considerar cómo sería un programa legislativo anti inflacionista sensato si pudiéramos conseguirlo.
1-Lo que se necesita principalmente no son más controles por parte del gobierno sino más controles sobre el gobierno. Es la política del gobierno, y solo la política del gobierno la que crea la hiperinflación. La inflación significa un aumento en el volumen de dinero en comparación con el volumen de bienes. Es una política del gobierno que permite, fomenta o produce directamente tal aumento.
2-El enorme aumento en el volumen de dinero y crédito desde 1939 ha sido causado directamente por la política de dinero barato y el apoyo a los bonos gubernamentales seguido por el Sistema de la Reserva Federal. Esa política debe ser frenada definitivamente por la dirección del Congreso. Y si se otorgan o no poderes a la Reserva Federal para aumentar aún más las reservas requeridas de los bancos miembros, el Congreso debería restablecer, al menos hasta su nivel anterior a 1945, las reservas requeridas de los propios bancos de la Reserva Federal. Es absurdo controlar el crédito de baja potencia de la compra a plazos y el crédito de mediano poder de los préstamos de los bancos miembros, mientras que no se ponen ni siquiera unas restricciones normales al crédito de alta potencia creado por los bancos de la Reserva Federal.
3-El Congreso debería insistir en que la Administración mantenga equilibrado el presupuesto federal. Los déficits presupuestarios causan inflación forzando un aumento en el volumen del dinero y el crédito. El presupuesto debe mantenerse equilibrado principalmente, desde luego, mediante drásticos recortes en los gastos injustificados en vez de impuestos aún más gravosos.
4-El control de precios debería descartarse. Es un remedio falso para la inflación. Crea e intensifica la escasez. Prolonga la inflación desviando la atención pública de la verdadera cura, que es simplemente que el gobierno deje de imprimir más dinero. Conduce a controles gubernamentales cada vez más amplios, que tienden a quedarse mucho tiempo después de que ha pasado la “emergencia” que fue la excusa original para ellos. Las economías controladas de Europa y la permanencia del control del alquiler en casi todas partes son ejemplos típicos. Los controladores de precios no entienden ni confían en el funcionamiento de un mercado libre.
5-Las facultades de prioridad y asignación de la Administración, aunque hasta ahora se han manejado de forma bastante inepta, deberían continuar. Los controladores generalmente tratan de vincular el control de precios con los poderes de asignación. Pero mientras que el control de precios crea una necesidad de racionamiento y asignación, la causalidad no funciona de la otra manera. Las asignaciones funcionan mejor sin control de precios.
6-No se ha presentado ningún buen caso para ninguno de los poderes adicionales solicitados por la Administración. Los subsidios alimentarios propuestos, por ejemplo, serían meramente una forma de ocultar aumentos inflacionarios reales en los costos agregándolos a su factura de impuestos en lugar de a su factura de la carnicería o del supermercado. La única forma en que el gobierno laborista británico podía mantener el aumento del costo de los subsidios a la carne era prohibir a los consumidores británicos comer más de dos bocados de carne por semana. Donde no hay control de precios, no hay excusa para un subsidio alimentario.
7-Tampoco hay una prueba convincente para darle al gobierno los poderes discrecionales generales que ha pedido para construir sus propias plantas de “defensa”. No se ha demostrado que la industria privada no pudiera construir y operar dichas plantas, y a un costo mucho más bajo de lo que podría hacerlo el gobierno. Si surgiera una necesidad real de unas pocas plantas que la industria privada en realidad no pudiera construir, la Administración podría ir al Congreso para obtener autorización específica para construir cada una de esas plantas. Si se alega que algún proyecto es de alto secreto, podría aparecer en un proyecto de ley del Congreso como proyecto X4Y, pero al menos algunos miembros clave de los Comités de Asuntos Militares deberían saber de qué se trata.
8-A la luz de la triste experiencia, cualquier extensión de controles debería llevar una doble cláusula gatillo para su terminación. En ningún caso debe ampliarse la extensión por más de un año. Además, la nueva ley debe ser rescindible en cualquier momento por el voto mayoritario de cualquier Cámara del Congreso. El Congreso nunca debe volverse impotente para derogar los poderes de emergencia de los que se estén abusando o que hayan dejado de ser necesarios.
El artículo original se encuentra aquí.
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