[Extraído de La acción humana]
La razón es una característica del hombre. La praxeología no necesita plantear la pregunta de si la razón es una herramienta apropiada para el conocimiento de la verdad última y absoluta. Trata la razón solo en la medida en que permite actuar al hombre.
Todos esos objetos que son el sustrato de la sensación, la percepción y la observación humanas también pasan delante de los sentidos de los animales. Pero solo el hombre tiene la facultad de transformar los estímulos sensoriales en observación y experiencia. Y solo el hombre puede disponer sus diversas observaciones y experiencias dentro de un sistema coherente.
El pensamiento precede a la acción. Pensar es deliberar por anticipado sobre la acción futura y reflexionar después sobre la acción pasada. Pensar y actuar son inseparables. Toda acción se basa siempre en una idea concreta acerca de las relaciones causales. Quien piensa en una relación causal piensa en un teorema. La acción sin pensamiento, la práctica sin teoría, son inimaginables. El razonamiento puede ser defectuoso y la teoría incorrecta, pero pensar y teorizar son cosas que nunca faltan en ninguna acción. Por otro lado, pensar es siempre pensar en una acción potencial. Incluso quien piensa en una teoría pura asume que la teoría es correcta, es decir, que cumplir con esa acción con todo su contenido generaría un efecto a esperar de sus enseñanzas. No tiene ninguna relevancia para la lógica si esa acción es viable o no.
El que piensa es siempre el individuo. La sociedad no piensa, igual que no come ni bebe. La evolución de razonamiento humano del ingenuo pensamiento del hombre primitivo al pensamiento más sutil de la ciencia moderna tuvo lugar dentro de la sociedad. Sin embargo, el pensamiento en sí mismo es siempre un logro de individuos. Hay acción conjunta pero no pensamiento conjunto. Solo hay tradición que conserva pensamientos y los comunica a otros como estímulo para su pensamiento. Sin embargo, el hombre no tiene ningún medio para apropiarse de los pensamientos de sus precursores que no sea pensarlos de nuevo. Por supuesto, está entonces en disposición de proceder más allá sobre la base de los pensamientos de sus antecesores. El principal vehículo de la tradición es la palabra. El pensamiento está ligado al lenguaje y viceversa. Los conceptos se encarnan en términos. El lenguaje es una herramienta de pensamiento igual que es una herramienta de acción social.
La historia del pensamiento y las ideas es un discurso que pasa de generación a generación. El pensamiento de épocas anteriores hace crecer el pensamiento de épocas más cercanas. Sin la ayuda de este estímulo, el progreso intelectual habría sido imposible. La continuidad de la evolución humana, sembrando para la descendencia y cultivando sobre el terreno aclarado y roturado por los ancestros, se manifiesta también en la historia de la ciencia y las ideas. Hemos heredado de nuestros antepasados no solo una existencia de productos de diversos órdenes de bienes que es la fuente de nuestra riqueza material: hemos heredado también ideas y pensamientos, teorías y tecnologías a las que nuestro pensamiento debe su productividad.
Pero el pensamiento es siempre una manifestación de los individuos.
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